Estudio previo del terreno (EPT)

En este artículo quiero mostrar un ejemplo de lo que sería un “Informe” de un Estudio Previo del Terreno (EPT). Para ello, y con el fin de que no resulte demasiado extenso, he seleccionado una zona no muy complicada desde el punto de vista geológico-geotécnico, localizada en la ciudad de Cáceres:
INTRODUCCIÓN
Los Mapas, Planos y Fotografías realizados se han obtenido a partir de los datos facilitados por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y del Centro Nacional de Información Geográfica (CNIG).
Este Estudio Previo del Terreno (EPT) tiene como finalidad principal, investigar y analizar las condiciones que presenta una determinada finca o superficie de terreno concreta, para su uso en proyectos de construcción.
Así, la información facilitada por el EPT, podrá ser utilizada como una herramienta de apoyo adicional para valorar las condiciones que presenta una parcela de terreno, en las diferentes fases de un proyecto:
• Fase de anteproyecto: para evaluar la idoneidad de compra o venta de un determinado terreno, y determinar su valor de mercado.
• Fase de planificación: para analizar y valorar la viabilidad económica de un proyecto de construcción. Mediante el EPT se podrá analizar la tipología de edificación más favorable a las circunstancias existentes, y valorar los posibles costes de ejecución de la cimentación.
• Fase de construcción: para estudiar con mayor detalle el tipo y número, necesario y suficiente, de reconocimientos a realizar (optimización de costes) en la contratación del Estudio Geotécnico (EG).
• Fase de comercialización: con el conjunto de imágenes en forma de Planos, Mapas y Fotografías aéreas que se entregarán en el EPT, se podría preparar un dosier de la edificación, que permita informar a los posibles compradores sobre las características del terreno donde está ubicada la vivienda y, en su caso, las soluciones técnicas que se hayan implementado para paliar los aspectos geotécnicos más desfavorables.
En definitiva, el objetivo que persigue el EPT va dirigido fundamentalmente a recopilar la información existente sobre un determinado terreno, y aportar una visión general de las ventajas o desventajas que presenta como soporte para futuras construcciones.
INFORMACIÓN OBTENIDA
Con la ejecución del Estudio Previo del Terreno (EPT) se pretende ayudar, a los profesionales involucrados en un proyecto de construcción (arquitectos, promotoras, constructoras, aseguradoras, etc.), a obtener los datos generales de geología-geotecnia relativos a una superficie de terreno sobre la que se pretende construir, y que deben constituir una herramienta básica para su planificación.
En este sentido, un EPT favorable implicaría que, viendo las fotografías aéreas de la zona en distintas épocas, no se aprecia que existan antiguos usos del suelo perjudiciales, ni movimientos de tierras para cubrir desniveles del terreno, ni la existencia de regueros, vaguadas, etc., que podrían ser la causa de la existencia de depósitos de distinta naturaleza a la indicada en la Hoja Geológica Magna a Escala 1: 50.000, al pasar al detalle o mayor escala. Asimismo, se aporta información sobre otros aspectos como: expansividad, condiciones hidrogeológicas, permeabilidad, geomorfología, etc.
A los efectos de intentar conseguir el objetivo fijado, se ha dividido el conjunto de Mapas, Planos y Fotografías aéreas realizados, en cuatro Grupos: Condiciones geológicas, Condiciones fisiográficas, Condiciones hidrogeológicas y Fotografías aéreas.
A continuación, se presentan cada uno de estos grupos y las imágenes que los integran (los archivos o ficheros individualizados, correspondientes a cada una de las imágenes, se adjuntan al presente documento), realizándose algunos comentarios sobre aquellos aspectos que se consideran más relevantes.
• Condiciones geológicas:



La geología existente en la zona de estudio corresponde a la Unidad de grauwacas, esquistos y pizarras (Unidad PC2 de la Hoja Geológica Magna a escala 1:50.000).
1.1.1- Grauwacas, esquistos y pizarras (PC2)
La superficie de afloramiento del Complejo esquisto-grauváquico conforma una penillanura que se rompe por los cuerpos intrusivos aflorantes y por lo depósitos paleozoicos que constituyen el sinclinal de Cáceres.
Esta unidad está constituida por una alternancia irregular de niveles pelíticos y detríticos que se presentan en la actualidad en forma de pizarras, grauwacas y algún nivel más arenoso.
Las pizarras son de grano medio a grueso, tienen color gris verdoso y las de grano fino son de coloración negruzca. Todo el conjunto presenta una coloración parda y tiene una alteración superficial elevada, de la que generalmente escapan los niveles arenosos.
Los niveles arenosos se intercalan entre las pizarras con frecuencia variable y sin continuidad lateral. El espesor de las capas arenosas no suele sobrepasar los 0.5 cm, mientras que los niveles de grauwacas, también lentejonares, sueles ser más gruesos.
Los componentes de estos niveles son principalmente cuarzo, cuarcitas, fragmentos de chert y feldespatos envueltos en una matriz arcillosa (clorita y sericita).
En el ángulo NO de la Hoja, al NE de la Sierrilla de Aguas Vivas, se localizan, dentro de esta unidad, algunos niveles de espesor no superior a los 0.5 m de un conglomerado de cuarzo (cg). Los clastos están subredondeados y alargados hasta los 4 a 6 mm de longitud, están tectonizados y la pasta cuarcítica igualmente muy recristalizada.
Los niveles pelíticos y arenosos se observan paralelos, con superficies de contacto onduladas y de espesores milimétricos, lo que conduce a pensar, como ya otros autores anteriormente han señalado, en un medio deposicional de ritmos turbidíticos.
El grado de metamorfismo que afecta a esta unidad es muy bajo. Corresponde a las facies de esquistos verdes, subfacies B-1 (zona de la clorita).
El muro y techo de esta unidad no se han reconocido en al ámbito de la Hoja. En el barranco más próximo, situado al este de la Ermita de San Blas y que corta la cuarcita armoricana (O12), se observa la discordancia de esta unidad con el Precámbrico. Así, mientras el Complejo esquisto- grauwáquico presenta una dirección N40º y buza 25º hacia el E, la cuarcita armoricana en posición invertida presenta una dirección N130º y buza 70º hacia el N. Lo hasta aquí expuesto, unido a la deformación sufrida por estos materiales en las orogenias sárdicas y hercínicas, así como la monotonía en la secuencia litológica de esta unidad, hace imposible determinar la potencia de este conjunto.
La similitud de estas facies, con las descritas por los autores, PEREJON y SOS BAINAT (1963), LOTZE (1956) en Valdelacasa, hace que se les haya asignado una edad Precámbrico Superior, ya que no se ha encontrado ningún tipo de fósil que pueda ayudar a una datación directa de esta unidad. Asimismo, THADEU (1951) considera estos terrenos algónquicos en la región de Portugal, situada inmediatamente al oeste de la zona de estudio y G. DE FIGUEROLA (1965) coincide también en la datación de estos materiales en las proximidades de Cáceres. Aún así, no hay que descartar la posibilidad de que la edad pudiera alcanzar hasta el Cámbrico Inferior.
Fuente: Texto extraído de la Hoja Cáceres (Hoja nº 704 del Mapa Geológico de España, a escala 1: 50.000)


Imagen superior. Datos de geología-geotecnia: Expansividad.
Como puede observarse en la imagen anterior, el Riesgo de expansividad en la zona no existe por tratarse de un sustrato rocoso (sustrato no arcilloso).
• Condiciones fisiográficas:





En lo que respecta a la sismicidad, la Norma de Construcción Sismorresistente de 27 de septiembre de 2.002 (NCSE-02) proporciona los criterios que han de seguirse dentro del territorio español para la consideración de la acción sísmica en el proyecto, construcción, reforma y conservación de obras a las que es aplicable la citada Norma.
La aplicación de la citada Norma no es obligatoria en las construcciones de moderada importancia y en aquellas en que la aceleración sísmica básica ab, sea inferior a 0.04 g, siendo g la aceleración de la gravedad. Debido a que el área objeto de estudio se encuentra localizado en una zona de mínimo riesgo sísmico (ab/g < 0.04) no serán necesarias comprobaciones en este sentido en el proyecto.
• Condiciones hidrogeológicas:





La parcela objeto de estudio se localiza dentro de una zona sin acuíferos. Presenta una permeabilidad baja. Se trata de áreas esencialmente sin recursos de agua subterránea.
Al tratarse de un terreno rocoso la permeabilidad tendrá lugar a través de las grietas y fisuras presentes en la roca. No se encuentra dentro de zonas potencialmente inundables.
• Fotografías aéreas:
A través del estudio de fotografías aéreas podemos observar la evolución que ha tenido una parcela desde el punto de vista de los usos del suelo; es decir, podemos analizar los antecedentes o modificaciones inducidas sobre ese terreno a causa de los usos anteriores (actividad humana).
Además de las perturbaciones causadas al terreno por anteriores utilizaciones, también se puede analizar la posible existencia de formaciones o depósitos geológicos superficiales que, a la escala de los Mapas y Planos geológicos disponibles, no son cartografiables.











Como puede observarse del estudio de la serie de fotografías aéreas, no se aprecian modificaciones reseñables a lo largo del tiempo sobre la parcela, al menos en los últimos 60 años, hasta la construcción de la Nave proyectada.
Esta carencia en la aportación de datos procedentes de las fotografías aéreas es un dato favorable, ya que indica que la parcela no ha sufrido transformaciones o modificaciones anteriores, debido a la actividad humana.
CONCLUSIONES GENERALES
• El terreno existente corresponde a los materiales paleozoicos de la Unidad de grauwacas, esquistos y pizarras (Unidad PC2 de la Hoja Geológica Magna a escala 1:50.000), con una capacidad portante media-alta a alta como soporte de cimentaciones. Según esto, si los apoyos de la cimentación de la Nave Industrial se realizan sobre roca más o menos alterada, podrán adoptarse unas tensiones admisibles al terreno, al menos, de 3,00 kp/cm2.
• No es de esperar la aparición del nivel freático en los metros superiores del terreno, y en caso de aparecer rezumes de agua, será a través de las fisuras del sustrato rocoso, con carácter estacionario en épocas de lluvias y de pequeña entidad.
• No existe Riesgo de expansividad en la zona por tratarse de un sustrato rocoso (sustrato no arcilloso); por lo que, en principio, no será necesario tomar medidas encaminadas a evitar la aparición de posibles fenómenos de carácter expansivo, por cambios de volumen (hinchamiento o retracción).
• En lo que respecta a la excavación, atendiendo a la naturaleza del terreno existente, podrá llevarse a cabo mediante medios mecánicos convencionales en materiales tipo suelo (fácilmente ripables), y con utilización de martillo neumático en zonas ocupadas por roca alterada (de difícil ripabilidad).
• No es de prever que sea necesaria la utilización de cementos resistentes a la acción de los sulfatos en la formación de los hormigones en contacto con el terreno.
• Se deberán tomar medidas para cumplir con la DB-HS 6: Protección frente a la exposición al Radón en el interior de edificios. Para ello, en las zonas con riesgo de exposición, se deberá cuidar el sellado de los cerramientos en contacto con el terreno, se construirán forjados sanitarios si es posible, se ejecutará una adecuada ventilación en las plantas inferiores de los edificios, etc.
*Nota: Los datos indicados anteriormente, a modo de orientación, deberían ser verificados y confirmados mediante el correspondiente Estudio Geotécnico.
Juan Pablo Guzmán Franco
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