Jennings Jim

Nacido en 1940 en California, Jennings Jim estudió arquitectura en la Universidad de California en Berkeley. Su estilo distintivo combina hormigón, cristal y metal, y en lugar de la transparencia programada, busca proteger de las miradas externas, fomentando la apertura hacia la naturaleza y la intimidad.

La casa de dos pisos situada en las colinas de Oakland, California (1993), presenta dos cuerpos arquitectónicos interconectados que encierran un patio interior. En la parte superior, un balcón de rejas metálicas atraviesa el espacio de un extremo a otro. La mitad del edificio está revestida de aluminio, mientras que la otra mitad luce placas de hormigón; las fachadas minimalistas dan paso al patio.

El arquitecto también diseñó el taller de escultura Barclay Simpson en la Escuela Superior de Artes y Oficios de California, Oakland (1992). La construcción cuenta con una corona de acero y bloques de cristal sobre una base de hormigón, puertas corredizas de gran altura y un sofisticado sistema de calefacción y ventilación. Jennings Jim también es responsable de la residencia Oliver en San Francisco (1997).

Inspirado por la arquitectura romana, Jennings diseñó el cementerio italiano en Colma, California (1998). Desde un patio central cuadrangular, se accede a las catacumbas y al mausoleo a través de un sendero recto, mientras que, al continuar, se encuentran un pabellón de urnas y los panteones familiares, así como una torre conmemorativa de cristal. El complejo combina estos elementos en un diseño alargado que evoca la forma de un barco.

Para la casa Soma en San Francisco (1998), Jennings optó por una fachada de acero corten perforado y cristal translúcido. La construcción alberga viviendas, oficinas y talleres, todos ellos organizados alrededor de un patio que los protege de las miradas de la concurrida calle.

En 2003, Jennings Jim creó la Visiting Artists House en Geyserville, California, un edificio de huéspedes destinado a artistas que trabajaban en el lugar. Dos paredes casi paralelas de hormigón vertido in situ atraviesan la colina y forman los laterales del cuerpo arquitectónico, convirtiéndolo en una escultura en sí misma.