Isambard Kingdom Brunel

El genial Isambard Kingdom Brunel (1806-1859) aprendió el oficio de ingeniero junto a su padre, sir Marc Isambard Brunel. Su primera gran obra fue el túnel peatonal bajo el Támesis londinense (1824-1842), siendo el ingeniero responsable y estrenando la técnica de construcción de túneles con troquel. Además, diseñó el emblemático puente colgante de Clifton sobre el río Avon en Bristol (1829), que ostentaba una longitud de 214 metros, convirtiéndose en el más grande de su clase en 1864.

En 1832, la compañía Great Western Railway contrató a Brunel para dirigir la construcción del tramo ferroviario entre Londres y Bristol. Este proyecto desafiante no solo incluía la planificación de vías, sino también numerosos túneles y puentes, así como las dos estaciones terminales: Temple Meads en Bristol (1839-1840) y Paddington en Londres (1852-1854). La estación de Temple Meads, cubierta por un amplio arco arbotante de madera, se inspiró en una sala de celebraciones de la época Tudor.

El ingenioso Isambard Kingdom Brunel también colaboró en la construcción del puente peatonal Hungerford en Londres (1835), inaugurado en 1845. Su obra maestra, el puente de Saltash (también conocido como el puente Royal Albert, 1853-1859), se encuentra cerca de Plymouth y destaca por sus vigas de hierro fundido en forma de vientre de pez y sus columnas de mampostería.

No conforme con sus logros en tierra, Brunel también incursionó en la construcción naval, concibiendo y edificando los primeros barcos de vapor de línea Great Western (1837) y Great Eastern (1858) para el transporte trasatlántico. Además, diseñó diversas instalaciones en muelles de varios puertos. Isambard Kingdom Brunel fue, sin duda, uno de los mejores ingenieros de su tiempo, y sus extraordinarias contribuciones dejaron una huella indeleble en el mundo de la ingeniería.