Alfred Grenander

Alfred Grenander, cuyo nombre completo es Alfred Frederik Elias Grenander (1863-1931), nació en Suecia y comenzó su educación en arquitectura en la Escuela Técnica de Estocolmo (1881-1885), seguida por la Escuela Técnica Superior de Berlín-Charlottenburg (1885-1888). Tras colaborar con Alfred Messel, se unió a Paul Wallot en la construcción del icónico edificio del Reichstag en Berlín (1890-1897). En 1889, fundó su estudio de arquitectura y más tarde se dedicó a la enseñanza en el Museo de Artes Industriales de Berlín y en las Escuelas Nacionales Unidas de Artes Libres y Aplicadas de Berlín-Charlottenburg.

El período de 1900 a 1931 fue especialmente significativo en la carrera de Alfred Grenander, ya que se encargó de la dirección artística de los edificios del ferrocarril de superficie y subterráneo de Berlín. Destacó por su habilidad para aprovechar las posibilidades constructivas y estéticas de las estructuras metálicas, además de diseñar las taquillas y el mobiliario de los vagones. Para infundir carácter e identidad a las estaciones, recurrió a azulejos de colores, fabricados en diferentes formas y tamaños.

Paralelamente a sus proyectos para la red viaria pública, Grenander construyó una amplia variedad de edificaciones en Berlín, como viviendas, fábricas y centros administrativos. Entre ellos se encuentran los edificios para las empresas Loewe (1907-1911 y 1913) y Guthmann (1910), así como la fábrica y centro administrativo de Knorr-Bremse AG en la Neue Bahnhofstrasse (1913-1917).

Alfred Grenander también se desempeñó como director de la representación alemana en la Exposición Internacional de 1904 en Saint Louis, Misuri. Allí presentó un pabellón y el mobiliario modernista para un gabinete masculino y otro femenino. A lo largo de su carrera, su obra evolucionó hacia un estilo más objetivo, sin embargo, el refinamiento en el tratamiento de la luz siguió siendo una de sus características fundamentales. Un ejemplo destacado de esto se puede apreciar en el edificio de la estación Krumme Lanke de Berlín (1929, remodelación en 1988-1989), donde la sala principal recibe la luz a través de una franja de ventanas y el estrecho alero de la entrada resalta la sencilla elegancia de la realización formal.