Carlos Raúl Villanueva

Carlos Raúl Villanueva, un arquitecto que dejó una huella indeleble en el paisaje arquitectónico de Venezuela. Nacido en 1900 y fallecido en 1975, Villanueva perfeccionó sus habilidades en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de París. Al regresar a su tierra natal, estableció su propio despacho en Caracas en 1929.

Una de las contribuciones más significativas de Carlos Raúl Villanueva fue como miembro fundador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Venezuela en Caracas, donde comenzó a enseñar en 1944. Su enfoque arquitectónico fusionaba magistralmente las ideas del Estilo Internacional con las ricas tradiciones suramericanas, prestando especial atención a las condiciones climáticas.

El legado arquitectónico de Villanueva incluye una serie de emblemáticas construcciones. La Plaza de Toros de Maracay en Venezuela (1931), el Estadio Olímpico (1949-1950) y la Ciudad Universitaria (1944-1970), todos ubicados en Caracas, son testigos del ingenio y creatividad de este maestro. Estas estructuras de hormigón armado están diseñadas para protegerse del sol a través de celosías, persianas y salientes abovedados.

En la concepción cromática del campus universitario, Carlos Raúl Villanueva colaboró estrechamente con los artistas Alexander Calder y Fernand Léger, a quienes había conocido en París. Calder creó, entre otros elementos, paneles colgantes para mejorar la acústica del Aula Magna. El estadio universitario cuenta con una estructura de hormigón elegante y ligera, gracias a travesaños en forma de peine.

Junto a Ricardo de Sola y Arthur Erickson, Villanueva diseñó el Pabellón de Venezuela para la Expo 67 de Montreal, Canadá. Esta obra maestra estaba compuesta por tres coloridos cubos.

La última obra de Carlos Raúl Villanueva fue el Museo Jesús Soto en Bolívar, Venezuela (1970-1972). Este complejo de seis bloques alberga salas de exposición, administración y una cafetería, organizadas libremente alrededor de un patio y unidas por galerías planas. Las estructuras cuentan con parasoles verticales abatibles, permitiendo un juego de luces y sombras.