Georg Ludwig Friedrich Laves

Nacido en una familia humilde, Georg Ludwig Friedrich Laves (1788-1864) fue hijo de un pastor y experimentó dificultades económicas durante su infancia. En 1804, inició sus estudios en la Academia de Arte de Kassel, y posteriormente, en la Universidad de Gotinga. En 1812, encontró empleo en la Oficina de Administración Urbanística de Kassel, en Westfalia real. Tras la derrota de Napoleón, obtuvo un puesto como administrador de urbanismo y construcción de la corte en el reino de Hannover y en 1838 fue ascendido a consejero jefe.

En 1816, Laves asumió la planificación urbana en Hannover, siendo responsable de la concepción de los ejes orientados al palacio de Leine y de varios proyectos de ampliación urbanística. A pesar de ello, solo se llevó a cabo el barrio de la estación, con una comunicación generosa de calles y plazas con la plaza de Waterloo.

En 1819, Georg Ludwig Friedrich Laves diseñó la ampliación del Palacio Real de Herrenhausen, realzando la planta baja con un marcado corte de las juntas y colocando un resalto discreto con tres ejes en el eje de simetría.

Por encargo del rey, Laves también proyectó la remodelación de la Residencia (palacio de Leine) en dos etapas entre 1817 y 1842, el Teatro Real (1845-1852) y el Mausoleo de la reina Federica (1842-1846).

Además, sus construcciones clasicistas, incluyendo villas para clientes particulares, influyeron fuertemente en la arquitectura de principios del siglo XIX en la ciudad de Hannover y sus alrededores.

Como ingeniero de construcción, Laves también destacó en su trabajo. Obtuvo la patente de la llamada viga Laves, una viga en celosía con forma de vientre de pez que permitía la construcción de puentes gráciles y económicos. En 1838, se construyeron tres puentes sobre el río Nette en la localidad de Derneburg utilizando este sistema, y posteriormente se aplicó el mismo procedimiento con hierro fundido. Laves también construyó varios invernaderos de cristal, incluyendo la casa de las palmas del Berggarten de Hannover en 1849, que pronto albergaría la más valiosa colección de palmeras de Europa.