Casa Batlló
ChristianSchd, CC BY-SA 3.0
Casa Batlló
ChristianSchd, CC BY-SA 3.0

Casa Batlló

Obra

La Casa Batlló, ubicada en el número 43 del Paseo de Gracia en Barcelona, es una joya de la arquitectura que ha resistido el paso del tiempo, manteniéndose como un hito indiscutible de la ciudad. Este paseo, resultado de un ambicioso plan urbanístico conocido como Plan Cerdà en 1860, evolucionó a lo largo del siglo XIX y XX, desde un mero sendero peatonal y de carruajes hasta convertirse en una vía principal para automóviles, albergando a las familias más distinguidas de Barcelona.

Historia

La Casa Batlló, originalmente construida en 1877 por Emilio Sala Cortés, fue adquirida en 1903 por Josep Batlló y Casanovas, un destacado industrial textil. Batlló, en una decisión atrevida, otorgó completa libertad creativa a Antoni Gaudí para renovar el edificio entre 1904 y 1906. En vez de demoler el edificio existente, Gaudí optó por una reforma integral que incorporó una estética audaz y funcionalidad moderna, conceptos que sentaron las bases para las vanguardias arquitectónicas de finales del siglo XX.

<3>Descripción

La remodelación de Gaudí fue una auténtica revolución arquitectónica. Transformó la antigua y conservadora fachada de la casa en una explosión de vitalidad y color. Redefinió la fachada con brillante piedra de Montjuic y mosaicos de cerámica que enmarcan formas orgánicas, inspirándose en la naturaleza, considerada por él como «la obra del gran Maestro Constructor». En este nuevo rostro de la casa, cada elemento se fusiona con el resto en un ritmo dinámico y fluido, desafiando los principios arquitectónicos convencionales.

Además de su renovación de la fachada, Gaudí también hizo cambios significativos en la estructura del edificio. Añadió arcos en la planta baja y en la galería, construyó un nuevo tejado sobre una estructura elástica de arcos de ladrillo y utilizó hormigón armado para dar a la escalera principal la curvatura que deseaba. En el proceso se también se añadió un ático y una terraza en la azotea. A pesar de los importantes problemas de construcción que tuvo que superar, la Casa Batlló terminó siendo una verdadera obra maestra del modernismo catalán.

Fachada

La casa, vista desde la calle, evoca la espalda de un dinosaurio, con un tejado cubierto de cerámica verde que ondula de manera casi impresionista. Esta reinterpretación plástica de la arquitectura se extiende hasta la terraza en la azotea. También se añadió un ático, completando así su concepto de «coronación» de un edificio. Este nuevo espacio proporcionaba una vista impresionante del Paseo de Gracia y de la ciudad más allá. Al igual que con el resto de la casa, la terraza de la azotea está adornada con mosaicos de cerámica y cuenta con la misma pequeña torre que Gaudí añadió, coronada por una cruz de cuatro brazos, dotando al edificio de una característica «coronación».

Interior

Gaudí asumió la monumental tarea de remodelar tanto el interior como el exterior de la casa, manteniéndose fiel a sus conceptos y apoyándose al mismo tiempo en la estructura original. En el interior, creó un espacio que fluía y se adaptaba a las necesidades de la familia Batlló, desde el salón principal hasta los dormitorios. En particular, destacó el uso de formas tridimensionales en la decoración, desde el patrón espiral del techo hasta la disposición de las ventanas.

Un vestíbulo espacioso en la planta baja servía de entrada a las viviendas y conducía a una majestuosa escalera de roble que llevaba a la planta principal. En esta planta, se esmeró en renovar los espacios para proporcionar la máxima funcionalidad y comodidad.

Además, Gaudí innovó en los materiales utilizados, incorporando tanto materiales naturales como técnicas de construcción vanguardistas. Utilizó madera, hierro, azulejos de cerámica, y también incorporó hormigón armado, al que él se refería bromeando como «madera de hierro», y acero en la estructura del edificio. Cada detalle de la casa, tanto en su diseño como en su materialidad, estaba diseñado para ofrecer comodidad, funcionalidad y cuidando la estética.

La obra de Gaudí para la Casa Batlló se extendió hasta el diseño de los muebles, replicando las líneas fluidas y orgánicas del edificio y utilizando únicamente materiales naturales, principalmente madera y hierro. Aunque la remodelación fue radical, Gaudí respetó la estructura básica del edificio original, integrándola a su propuesta de diseño y consiguiendo un resultado armónico.

Incluso cuando el tiempo era inclemente, la familia Batlló no tenía que renunciar a la ventilación exterior, porque las curvas del pórtico aseguraban que no entrara el viento ni la lluvia. El ruido también se atenuaba al pasar a través del pórtico. Por la noche, cuando se cerraban las ventanas, se podía mantener la vista de la calle a través del cristal esmerilado. El cambio de la luz del día a la luz artificial se llevó a cabo con mucho cuidado: durante el día, la luz natural predominaba; por la noche, los suaves rayos de las lámparas de cristal proporcionaban la iluminación.

En contraste con la pintura al óleo, Gaudí usó los colores de la cerámica para conseguir efectos espaciales. Los tonos azules predominan en la parte posterior del edificio y en la fachada de la calle, mientras que los tonos verdes dominan en la fachada principal y el techo. En el interior, los azulejos azules se utilizan para decorar las paredes de las habitaciones y los pasillos. Este tipo de diseño de color espacial es único en la obra de Gaudí y muestra claramente su deseo de transformar el espacio tridimensional en color y luz.

El patio de luces, un elemento esencial en las casas burguesas de la época, era originalmente demasiado pequeño para proporcionar suficiente luz a todas las habitaciones. Gaudí lo amplió para mejorar la iluminación y la ventilación, y lo revistió de azulejos en tonos de azul que se gradúan de oscuro a claro hacia arriba para lograr una distribución uniforme de la luz. También incorporó pequeñas ventanas que podían abrirse para permitir la circulación del aire.

La Casa Batlló hoy

La Casa Batlló es uno de los ejemplos más emblemáticos de la arquitectura de Gaudí, que se distingue por sus formas inspiradas en la naturaleza, la integración de artesanía y arte, y el uso innovador de materiales y técnicas. Aunque la casa ha sufrido cambios a lo largo de los años, la genialidad y la visión de Gaudí siguen siendo evidentes en cada detalle. La Casa Batlló, además de ser un icono del modernismo catalán, es una auténtica obra de arte que sigue deslumbrando a los visitantes de todo el mundo.

Hoy la casa es un hito indiscutible en la ciudad de Barcelona. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y cada año atrae a más de un millón de visitantes. Su rica historia, su estética deslumbrante y su relevancia cultural la convierten en una visita obligada para cualquiera que quiera entender a Gaudí y el modernismo en su máxima expresión.

Casa Batlló

Arquitecto:
Antoni Gaudí

Ubicación:
Barcelona, España

Promotor:
Josep Batlló i Casanovas

Año:
1904-1906

Superficie:
4,300 m2

Estilo:
Modernismo

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Imágenes

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Bibliografía

Qué es Casa Batlló. Fahr-Becker, G. (1985b). Antoni Gaudí architecture in Barcelona. Casanelles, E. (1967). Antonio Gaudi: A reappraisal. Studio Vista.

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