Parque Güell
Nikolai Karaneschev, CC BY 3.0
Parque Güell
Nikolai Karaneschev, CC BY 3.0

Parque Güell

Obra

El Parque Güell, símbolo del modernismo catalán y emblema de Barcelona, es el producto de una visión compartida entre dos grandes figuras: Eusebio Güell Bacigalupi y Antonio Gaudí. A finales del siglo XIX, Güell, previendo la expansión de la ciudad, adquirió un extenso terreno que incluía el Mas Montaner, en una estribación del Monte Carmelo, también conocido como la Montaña Pelada. Este enclave, protegido al norte y al oeste por un bastión natural, y orientado al sureste, brindaba una vista maravillosa de la ciudad con el Mediterráneo de fondo.

Historia

Inspirado por las ciudades jardín de Inglaterra, Güell tenía el sueño de desarrollar en este lugar una colonia urbana. La idea se inspiraba en los parques residenciales británicos, creando una versión en miniatura del English Berdford Park y por ese motivo fue inicialmente llamado Park Güell.

Para hacer realidad su visión, confió la misión a Gaudí, un arquitecto con quien había forjado una estrecha relación de confianza y colaboración durante la construcción del Palacio Güell una década antes. Gaudí, en la cúspide de sus poderes y movido por el paisaje de la Montaña Pelada, dio inicio al proyecto en 1900.

La laboriosa construcción del parque Güell se prolongó hasta 1914, destacando la finalización del icónico banco cerámico que bordea la gran explanada. A lo largo de este período, Gaudí supervisó el trabajo de un equipo de albañiles, discutiendo el progreso diario y asignando tareas a cada uno, en un proceso de colaboración en el que cada artesano, desde el más experimentado hasta el más joven, aportó su granito de arena.

No obstante, pese a las aspiraciones de Güell, el proyecto de colonia urbana no tuvo el éxito esperado. A pesar de ser el hogar de Gaudí, de Martín Trias i Domènech, un amigo de Güell, y de la casa muestra diseñada por Francesc Berenguer, las condiciones de venta y la falta de un transporte adecuado limitaron la atractividad de la urbanización. Al final, solo dos de las 60 viviendas previstas fueron construidas, y las obras se abandonaron en 1914.

A partir de entonces, el Parque Güell se convirtió en un gran jardín privado, aunque Güell permitía su uso para actos públicos. La belleza y singularidad del lugar lo hicieron aparecer en las guías turísticas de Barcelona como uno de los puntos de atracción de la ciudad. Tras el fallecimiento de Eusebio Güell en 1918, sus herederos ofrecieron el parque al Ayuntamiento, que lo adquirió en 1922, convirtiéndolo en un parque público muy apreciado por los barceloneses y en un importante foco de atracción turística.

Descripción del parque Güell

El Parque Güell fue concebido como un espacio residencial exclusivo, con alrededor de 60 parcelas de forma triangular. Se trazó una intrincada red de caminos, viaductos y escaleras para adaptarse a la topografía del terreno, y se aplicaron restricciones estrictas para la construcción de las viviendas, garantizando el derecho de todos los residentes a disfrutar de las vistas y la luz solar. Además, se proyectaron una serie de servicios comunitarios que incluían transporte, agua potable, iluminación, energía eléctrica, seguridad, entre otros, y se diseñaron espacios comunes como un mercado en el salón columnado y una iglesia en el punto más alto del parque.

Gaudí, respetuoso con el entorno natural, mantuvo la vegetación existente, introduciendo además especies mediterráneas de baja demanda de agua. Con la incorporación de sistemas de captación y almacenamiento de agua, logró un equilibrio entre la conservación del paisaje y las necesidades hídricas de la urbanización.

La entrada

La entrada se ubica en la parte más baja de la montaña (calle de Olot), la más cercana al núcleo urbano. Originalmente se pensó en una entrada monumental con un par de gacelas mecánicas, idea que nunca se materializó. En su lugar se puso una puerta de madera, que en 1965 fue reemplazada por una puerta de hierro forjado inspirada en hojas de palmito, traída de la Casa Vicens, una de las primeras obras de Gaudí. Además de esta, el parque tiene otros ocho accesos.

A ambos lados de la entrada se encuentran dos pabellones destinados a la portería y administración del parque. Estos pabellones están junto a un muro parcialmente construido de piedra rústica con cerámica, que contiene 15 medallones de colores con las inscripciones «Park» y «Güell».

La entrada también cuenta con un vestíbulo de 400 m², flanqueado por dos áreas de servicio en forma de grutas. Originalmente destinada a garaje y almacén, la gruta de la izquierda ahora alberga un bar y baños. La gruta de la derecha, diseñada como refugio de carruajes, cuenta con una sala circular sostenida por una columna central cónica, similar a las patas de un elefante. Ambas grutas están revestidas de cerámica de trencadís de diversos colores, coronadas por almenas.

Pabellones

Los pabellones de entrada al Parque Güell fueron construidos con piedra local, destacan por sus bóvedas de paraboloide hiperbólico cubiertas con cerámica de colores brillantes, utilizando la técnica de la bóveda catalana. Gaudí también anticipó las técnicas de construcción modernas al utilizar algunas estructuras prefabricadas.

El pabellón de portería, de 14.80 x 7.66 metros y 21 metros de altura, tiene tres pisos y una torre de mirador. Este pabellón, formado por dos cuerpos y construido en mampostería, cuenta con recubrimiento de trencadís en ventanas, cornisas y almenas. El edificio actualmente alberga el Centro de Interpretación del Park Güell, que es parte del Museo de Historia de Barcelona.

El pabellón de administración, de 12.60 x 6.60 metros y 29 metros de altura, consta de dos plantas. Destaca la torre hiperboloidal cubierta de trencadís en ajedrezado blanco y azul, coronada por una cruz gaudiniana. Este pabellón actualmente sirve como librería y tienda de souvenirs.

Los pabellones combinan piedra rústica con cerámica en trencadís e incorporan elementos de desecho, como tazas de café en la cúpula del pabellón de portería. Estos pabellones, que carecen de ángulos rectos, son reconocidos por su diseño completamente orgánico y sus superficies curvas. Se ha sugerido que, debido a su forma y color, estos pabellones evocan el cuento de Hänsel y Gretel.

Escalinata del parque Güell

La escalinata del Parque Güell, que conecta el vestíbulo de entrada con la sala Hipóstila, tiene 45 escalones y está rodeada por muros de cerámica con diseño alabeado. La escalera alberga tres fuentes con esculturas representando los Países catalanes.

La primera fuente, con un diseño naturalista de troncos falsos y vegetación, contiene un círculo y un compás simbolizando el mundo y el arquitecto. La segunda fuente, en forma de medallón, contiene el escudo de Cataluña y una serpiente rodeados de frutos de eucalipto. La tercera fuente exhibe una salamandra hecha de ladrillo y cerámica de colores, que ha llegado a ser emblemática del parque y de la ciudad de Barcelona.

A un lado de la escalera está el colegio CEIP Baldiri Reixac (la antigua casa del conde Güell), y al otro, el Jardín de Austria, donado por el gobierno austriaco en 1977.

La «Sala Hipóstila» o «Sala de las Cien Columnas» está situada encima de la escalinata. Aunque originalmente se planeó como un mercado para el barrio residencial, este uso fue descartado tras el fracaso del proyecto. La sala, de 1500 m², cuenta con 86 columnas estriadas con un revestimiento de cerámica en mosaico, y está cubierta con bóvedas semiesféricas. El techo de la sala contiene cuatro grandes plafones circulares que representan las cuatro estaciones del año, así como 14 plafones más pequeños que simbolizan el ciclo lunar.

La plaza

La plaza de la Naturaleza es el punto central del Parque Güell. Tiene forma oval y cubre un área de 2694 m², y fue construida entre 1907 y 1913. El plan original era que la plaza sirviera como teatro griego para reuniones comunitarias y eventos culturales y religiosos. La plaza cuenta con una cornisa exterior adornada con gárgolas en forma de cabeza de león y pequeñas figuras de gotas de agua.

El borde exterior de la plaza tiene un banco ondulante de 110 m de longitud, cubierto con cerámica y cristal, creado con la técnica del trencadís. El banco, obra de Josep Maria Jujol, tiene un diseño ergonómico adaptado al cuerpo humano. La base es de trencadís blanco y está decorada con motivos abstractos y figurativos, incluyendo signos del zodíaco, flores, y peces. La cerámica utilizada proviene de materiales de desecho, y predominan los colores azul, verde y amarillo, simbolizando Fe, Esperanza y Caridad.

La plaza no está pavimentada para permitir que el agua de lluvia sea drenada y canalizada por las columnas que la sostienen, almacenándose en un depósito subterráneo de 1200 m³ para riego. Si el depósito se llena demasiado, el agua sobrante es expulsada por la salamandra que da la bienvenida al parque. Además, existía un manantial cuyo agua, tras el fracaso de la urbanización, el conde Güell decidió comercializar bajo la marca SARVA en 1913.

Los caminos y viaductos

Gaudí diseñó una serie de viaductos en el Parque Güell para facilitar la circulación de carruajes y peatones. Estos caminos, con una longitud total de tres kilómetros, están diseñados para superar el desnivel de la montaña de 60 metros, conectando de manera óptima los niveles inferior y superior del parque. Existen también pequeños senderos de piedra que conectan los viaductos como atajos.

Los viaductos, construidos de ladrillo y revestidos de piedra rústica, están inspirados en diferentes estilos arquitectónicos: el inferior (viaducto del Museo) en estilo gótico, el intermedio (viaducto del Algarrobo) barroco, y el superior (viaducto de las Jardineras) románico. Cada uno presenta características únicas, como columnas inclinadas, bancos, jardineras y un tronco de algarrobo que Gaudí decidió conservar.

El camino principal, llamado del Rosario, tiene diez metros de ancho y va desde la entrada por la carretera del Carmelo hasta la de la avenida del Santuario de San José de la Montaña, atravesando la plaza central. Este camino se construyó sobre una antigua calzada romana y cuenta con 150 bolas de piedra que sirven para separar la ruta de los carruajes y de los peatones.

Entre la plaza del teatro griego y la casa Larrard se encuentra el «pórtico de la Lavandera». Este pórtico tiene forma de claustro románico y está soportado por columnas dobles, con un diseño que crea un efecto de ola marina. Además, un tramo del pórtico se presenta como una rampa en espiral con columnas helicoidales. En la entrada del pórtico se encuentra una puerta de hierro con una forma peculiar.

El Calvario

En la cima de un montículo conocido como «turó de les Menes» en el Parque Güell, Gaudí inicialmente planeó construir una capilla de forma lobulada, similar a la cripta de la Colonia Güell. Sin embargo, este proyecto fue abandonado debido al fracaso de la urbanización del parque.

En lugar de la capilla, Gaudí erigió un monumento en forma de Calvario, con tres cruces. Este monumento, inspirado en el descubrimiento de cuevas prehistóricas en el lugar, fue concebido como una estructura megalítica. El monumento consta de una base circular y dos rampas de escaleras, que conducen a las tres cruces. Estas ofrecen una vista panorámica de Barcelona. Las cruces, que fueron destruidas durante la Guerra Civil española en 1936 y posteriormente reconstruidas en 1939, tienen orientaciones que indican los cuatro puntos cardinales. Una de las cruces termina en una flecha que apunta al cielo, lo que ha dado lugar a diversas interpretaciones sobre su significado. El monumento fue restaurado en 1995.

Los jardines que rodean el Calvario, diseñados por Lluís Riudor i Carol, consisten en terrazas con elementos de rocalla.

El parque hoy

Hoy, el Parque Güell, reconocido como monumento artístico en 1969 y declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1984, es un vivo testimonio de la colaboración entre Gaudí y la naturaleza, y el más claro reflejo del respeto y la admiración del arquitecto por la belleza natural de su entorno. A pesar de su fallido destino como urbanización residencial, su transformación en parque municipal ha sido un rotundo éxito, haciendo del Parque Güell uno de los ejemplos más emblemáticos del legado de Gaudí.

Park Güell

Arquitecto:
Antoni Gaudí

Ubicación:
Barcelona, España

Promotor:
Eusebio Güell i Bacigalupi

Año:
1900-1914

Superficie:
120,000 m2

Estilo:
Modernismo

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Imágenes

Planos

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Bibliografía

Casanelles, E. (1967). Antonio Gaudi: A reappraisal. Studio Vista. Park Güell. Parkguell.barcelona Mower, D. (1977). Gaudí. Oresko Books Ltd.

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