WilkinsonEyre

Tras culminar su formación en 1970 en la Universidad de Westminster, Chris Wilkinson (nacido en 1946) inició su trayectoria laboral en el mundo de la arquitectura colaborando con renombrados profesionales como Denys Lasdun, Norman Foster, Michael Hopkins y Richard Rogers. En 1983, dio un paso audaz al fundar su propio estudio en Londres. Junto a su socio James Eyre (nacido en 1959), comenzaron su andadura centrándose en la remodelación de casas, viviendas y oficinas.

El libro «Supersheds», publicado en 1991, evidencia la influencia de Foster y Rogers en el estilo arquitectónico de Wilkinson Eyre Architects. Su enfoque se caracteriza por una arquitectura funcional y estéticamente sencilla en sus formas y construcciones. Entre sus obras más destacadas, se encuentra el puente peatonal en forma de S del South Dock en Canary Wharf, Londres (1997), compuesto por dos partes idénticas que permiten un movimiento giratorio.

El estudio Wilkinson Eyre Architects también ha sido responsable de proyectos icónicos como el Hulme Arch Millennium en Manchester (1997), el puente peatonal Embankment Renaissance de Russell Park, Bedford (1997) y el puente colgante del Museo de la Ciencia de Kensington, Londres (1998).

Una de sus obras más reconocidas es el Stratford Market Maintenance Depot (1991-1996), un enorme edificio diseñado para el mantenimiento de los trenes del metro londinense. Este proyecto, con una base de paralelogramo y un tejado metálico abovedado, cuenta con numerosas claraboyas que permiten la entrada de luz natural. La remodelación de la estación de Stratford Market (1998) también lleva su firma, con un diseño que combina un tejado abombado y una fachada de cristal.

En sus primeros años, el estudio Wilkinson Eyre Architects construyó el Bristol 2000 Science World (1999), el Centro Magna de Aventura y Ciencia de Rotherham (1999-2001) y el puente Gateshead Millennium de Newcastle (2001). Este último es especialmente llamativo por su pasarela curva que gira para permitir el paso de embarcaciones.

El puente entre la Ópera y la Escuela de Ballet de Londres (2003) es otra de sus destacadas creaciones. Esta estructura une ambos niveles mediante una elegante torsión de las nervaduras unidas por cristales. Aunque la complejidad estática de estas construcciones es alta, en ocasiones los flujos de fuerza no son fácilmente perceptibles a simple vista.